Pilar Abril, Sant Vicenç de Montalt
Entrevistamos a Pilar Abril, ex-cartera de Sant Viçens de Montalt
Pilar, ¿qué es esta torre?
Ésta es la torre de Can Valls, del siglo XVI, que había sido adosada a una casa antigua que era muy grande y que tenía mucho terreno. En el siglo XIX la compró la familia Valls y más tarde la finca se vendió a los frailes gabrielistas, que la utilizaban como casa de formación religiosa y como convento.
En los años noventa lo compra la inmobiliaria Núñez y Navarro que es quien construye toda esa urbanización que está debajo de la torre. De los antiguos jardines de los frailes nos ha quedado una parte -que hoy es el Parque de Germans Gabrielistes- y una zona de huertos que se alquilan a particulares. Con las obras de la urbanización se echó al suelo la antigua casa y hoy sólo nos queda la torre. En verano está abierta a visitas y se puede subir.
Hay varias torres de vigilancia en el Maresme, entiendo que se construyeron por el mismo motivo.
Aquí en Sant Vicenç de Montalt tenemos tres torres de vigilancia: ésta de Can Valls, que se hizo para proteger la casa; y otras dos, la de Can Coll que está modificada y la de Can Saurí que todavía conserva los matacanes (estas dos últimas hoy en día son de propiedad privada). Y sí, todas formaban parte de la defensa de los pueblos en una época en la que había piratas en el Mediterráneo.
Este Parque de los Hermanos Gabrielistas está dentro de la Ruta de la Guerra Civil en el Maresme. ¿Qué ocurrió aquí?
En 1936, cuarenta hermanos gabrielistas fueron fusilados por milicianos armados. Fueron enterrados en el cementerio del pueblo cada uno con su tumba, pero con el paso de los años el cementerio se hacía pequeño y terminaron por hacer una tumba común para todos. Esta finca fue ocupada por el gobierno de la República española y San Vicente fue visitado por el presidente Azaña cuando se marchaba hacia el exilio en 1939.
¿Recuerdas cómo era el parque antes?
Yo recuerdo mucho este sitio de cuando era pequeña, porque con mis padres veníamos cada año a ver el pesebre que montaban los frailes. El lago antes era más profundo y tenía enormes peces. Hoy el lago es todavía un lugar precioso, lleno de vegetación, con estos enormes eucaliptos y todos estos patos... el agua le llega de una mina natural que hay detrás.
Tengo entendido que tiene un teatro antiguo en el pueblo.
Sí, estaba abandonado hacía décadas y en estado ruinoso, pero el año pasado lo compró al ayuntamiento y lo primero que ha hecho ha sido arreglar el techo, muy bonito, de madera. El teatro -que se llama El Delme- daba mucha vida San Vicente y mi padre había representado Els Pastorets... era un hombre muy "teatrero". De hecho, la sala también había hecho de cine y mi padre era quien operaba la máquina.
Como antes el teatro era de propiedad parroquial, el cura siempre repasaba la película antes de que se pasara y si él lo consideraba se cortaba alguna escena. Además, era muy divertido porque nos repartíamos las cintas con Caldes d'Estrac: mi padre pasaba la primera película y en el descanso se llevaba la película a otro pueblo y ellos nos llevaban la suya. Por este motivo siempre podíamos realizar sesiones dobles.
¿Sabes cuál fue la última película que se proyectó?
¡Por supuesto! Fue Lo que el viento se llevó, lo que tiene su ironía.
¿Tiene algún manjar típico aquí?
En Sant Vicenç siempre se nos había conocido por los carquiñolis y venía gente de los demás pueblos a buscarlos. Desde que murió el panadero que los hacía se organizó una comisión para recuperar el carquiñoli (de la que formo parte) y estamos trabajando para que este dulce tradicional se vuelva a hacer en el pueblo.
Tú, que has hecho de cartera tantos años, debes conocer todas las calles del pueblo. ¿Cuáles crees que son las más bellas?
En el centro histórico la calle de la iglesia, que justamente es la calle en la que vivo yo, que tiene muchas casitas antiguas que son todas iguales; también la calle nueva -que conserva una parte de las antiguas escaleras- y la calle de arriba que son lugares que la gente no visita porque quedan algo separados del centro, pero que son muy bonitos.
► Imprescindibles de Sant Vicenç de Montalt
- Torre de vigilancia de Can Valls
- Parque de Germans Gabrielistes
- Nucleo histórico
- Ruta de las tres vilas